Basada en hechos reales, la película alemana dirigida por Hermine Huntgeburth trae una secuencia de hechos excéntricos muy envolventes.
Cuenta la historia de la suiza Carola, interpretada por Nina Hoss. Cuando faltan pocos días para retornar de su viaje, ella conoce a Samburu (Jacky Ido), un guerrero de una cultura keniana denominada Massai que usa armas y ropas tradicionales. Fascinada, ella se enamora rápidamente. Carola decide cancelar el vuelo de vuelta y mandar a su novio Stefan (Janek Rieke) a retornar solo, mientras ella recorre Kenia intentando reencontrar a Samburu.
El choque de culturas y la atracción sensual se mezclan con la dificultad de comunicación, pues el idioma tribal en Kenia es distintivo, pero esto no es impedimento para que el guerrero Lemalian atraiga a una mujer blanca, quien ante una pasión arrebatadora decide renunciar a la vida moderna europea para vivir en un escenario de hambre y enfermedades, donde la lucha por la sobrevivencia es suplido por medios primitivos y muchas veces valiéndose de métodos violentos. Vivir en esas condiciones es luchar todos los días por agua y comida.
El guión es fuerte, presentando un romance inusitado de forma realista, sin sobreponerse al amor y a la razón.
Carola decidió vivir cuatro años al lado de su gran amor y dio a luz a una hija.
¡La fotografía es aturdidora!
La banda sonora es envolvente.
Las escenas son sensuales y sobresalientes. Es memorable la armonía anatómica de la mezcla de las pieles blanca y negra en una suavidad de sentimientos de un hombre y una mujer sedientos de placer y aventura.
África es traducida en un escenario de abundantes contradicciones que marcan para siempre la osada relación entre los amantes de orígenes diferentes, que libremente trazan sus caminos y hacen sus propias historias.
¡Es muy buena! ¡Inspiradora!
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