Una nueva sinfonía

Publicado por Sebastião Verly 25 de enero de 2010

Existen muchas leyendas sobre el origen del gorrión, ese pájaro rayado que apareció en Brasil sin saberse bien cómo. Algunas personas por maldad o por ingenuidad atribuyen a los portugueses la importación de este pájaro considerado por muchos como un predador nocivo. Por lo menos sin ninguna utilidad. Consta que en China, durante muchos años, había anualmente un día feriado en que todas las personas iban para los tejados de las casas con varas para matar gorriones. Eso significa que el gorrión era una plaga.

Es así que en todas las zonas densamente arborizadas podemos encontrar numerosos bandos de estos ruidosos animales, que alegran las mañanas y los atardeceres, volando de árbol en árbol hasta que anochece. Gorrión es el nombre genérico dado a los pequeños pájaros de la familia Passeridae, género Passer y Petronia. Los gorriones son aves cosmopolitas y se adaptan bien a áreas urbanizadas y a la convivencia con los seres humanos. Se alimentan a base de semillas durante la mayor parte del año y de insectos en la época de reproducción. El gorrión doméstico fue introducido por el Hombre en todos los continentes y es actualmente la especie de ave que tiene una mayor distribución geográfica.

A mediados del siglo pasado, cuando me mudé para la capital, me quedaba encantado cuando volvía de la bohemia y, al comenzar el día, paraba para escuchar el musical que esos animalitos ejecutaban. Una verdadera algazara. Me acuerdo de un frondoso árbol que existía al lado de la Facultad de Derecho de la UFMG, próximo a mi piso de estudiantes, donde había centenares, tal vez más de mil, haciendo un ruido infernal. Una gran orquesta de un mismo instrumento. En la tarde era el mismo coro.

¿Sería esa la tal sinfonía de los gorriones?

El tiempo pasó, me acostumbré con las aves pequeñitas que llegaban incluso a ensuciar nuestras ropas cuando transitábamos debajo de los árboles de la ciudad.

Me acostumbré tanto que no percibí un gran cambio hasta que mi hermano me contó su desespero al ser perseguido por un bienteveo cuando se disponía a salir de su casa y entrar a su carro estacionado en frente.

El bienteveo es una ave paseriforme de la familia de los tiránidos, de nombre científico Pitangus sulphuratus, que proviene de pitanga guassu, o sea, pitanga grande, forma por la cual los indios brasileños lo llamaban en su idioma tupí-guaraní; y del latín sulphuratus, por el color amarillo como azufre en el vientre del ave. La especie es aún conocida por los indios como pituã, pitaguá o puintaguá. Otras acepciones existentes son triste-vida, bienteveo, bienteveo verdadero, bienteveo de coria, tiuí, teuí, tic-tiui y siririca (solamente para las hembras). El bienteveo se encuentra en varios países, pero está lejos de ser universal como el gorrión.

Después de la paliza que un bienteveo le dio a mi hermano, comencé a observarlos más de cerca y vi que los pájaros son realmente guerreros y agresivos. Y dicen que más por miedo de que por ataques, los gorriones salieron. Comencé a observar también la canturía de esos pájaros aquí cerca de mi casa y noté que ellos solo paran de cantar cuando canta el zorzal.

El zorzal es otro canto rural que, tal como su gente, viene adaptándose lentamente a las grandes ciudades. Muchas personas me cuentan que son encantados por la belleza del canto del zorzal en su calle o en su barrio.

Fue por este canto que otro hermano, el más viejo de nosotros, lamentaba mudarse de barrio porque adoraba oír al bienteveo y al zorzal, cantos que le traen memorias de sus tiempos de infancia en el interior del país.

Yo lo consolé diciéndole que en breve, en su nuevo barrio, habrá un bienteveo y un zorzal cantando ahí bien cerquita de su ventana.

Los gorriones, después de perder el lugar ante el tirano bienteveo, huyeron no sé para donde. Ahora, el musical urbano está a cargo del nuevo dueño del pedazo. El zorzal se mantiene como gran maestro o, quién sabe, él es simplemente la majestad.

Imaginación fértil o no, su majestad, el zorzal, continúa reinando en todos los barrios y villas de Belo Horizonte.

Y, en general, estamos próximos de presenciar una nueva Sinfonía: la sinfonía de los bienteveos.

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