Saramago: ¿por dónde comenzar a leer?

Publicado por Maria de Lourdes Utsch Moreira 25 de agosto de 2009

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En respuesta al lector Silvio Miranda

Querido Silvio, gracias por haber leído nuestro artículo y por sus comentarios.

Quien quiera comenzar a conocer la obra de Saramago no debe iniciarse con “Ensayo Sobre la Ceguera”. Es un libro complejo y difícil de leer. De carácter alegórico, como alguien dijo “un viaje por el horror de la indiferencia y perversión del ser humano”. Hay múltiples interpretaciones, inclusive se hizo una película, la más simple de ellas habla de la ceguera espiritual del hombre. No debe entrar por primera vez en el mundo de Saramago por este libro. Déjelo para el final, aparte del “Ensayo Sobre la Ceguera” hay otros que significan una fase diferente del autor después de la mudanza por el impacto del “Evangelio Según Jesucristo”. Son: “Todos los Nombres”, “Ensayo Sobre la Ceguera”, “Ensayo Sobre la Lucidez”, “El Hombre Duplicado”, “La Caverna”, “Las Intermitencias de la Muerte”.

El lector debe buscar informaciones sobre el autor y su obra, sus características extraordinarias como el rico vocabulario con arcaísmos, citaciones en otras lenguas, términos vulgares o expresiones latinas. El narrador omnisciente en primera persona muchas veces interrumpe la narración para emitir opiniones personales, hacer reflexiones, digresiones o comentarios. Después vuelve al punto en que dejó la narración, continuando el asunto abordado. Otro recurso expresivo son las enumeraciones largas, ocupando varias páginas. Repetitivo, pero no fastidioso. Transgrede las normas gramaticales. Solo utiliza la coma y el punto final. Así consigue la oralidad de sus textos, forzando al lector a una lectura ininterrumpida, casi sofocante. El uso arbitrario de las mayúsculas y minúsculas, casi ausencia de párrafos. Cita proverbios eruditos, populares, antiguos y modernos. La ironía domina toda su obra.

Otro atractivo de Saramago es el realismo fantástico. “La Balsa de Piedra” es un ejemplo de esto. La ruptura de la Península Ibérica del continente europeo, por sí sola, es una fantasía y los personajes tienen su propia magia. Una bandada de estorninos sobrevuela sin tregua la cabeza de José Anaiço. La tierra tiembla debajo de los pies de Pedro Orce. Joaquim Sassa lanza una piedra en la orilla de la playa y el mar se rebela. Joana Carda raya el suelo con una vara de ulmo, abriéndose una hendidura que no se cierra. A este grupo se une la española Maria Guaivara. Los cinco personajes van a recorrer tierras de Portugal y España, guiados por un can desconocido. Hay resonancias clásicas en el romance. “La Balsa de Piedra” recuerda las aventuras en los mares de la Odisea de Ulises. La figura confusa y frágil de Pedro Orce recuerda Anquises envuelto en el humo de Troya. Maria Guaivara, providencial y fecunda es la Diosa Deméter. El can que los acompaña, con un hilo de lana azul en la boca, es de la estirpe de Cerbero. “La Balsa de Piedra” es uno de los romances más lindos de la lengua portuguesa.

Lea los romances en secuencia por fecha de publicación: “Levantado del Suelo”, “Memorial del Convento”, “El año de la muerte de Ricardo Reis”, “La Balsa de Piedra”, “La Historia del Cerco de Lisboa”. Hasta aquí, el lector ya estará adaptado al estilo de Saramago, tomando conocimiento de su humanismo. Ahora continúe en la lectura de los que tratan de problemas universales y el lector tendrá como premio “El Viaje del Elefante” y el placer de conocer parte de la obra de un escritor genial. Digo parte porque él tiene también libros de cuentos, poesía, crónicas, teatro, recuerdos de viajes, diarios y memorias. Y continúa escribiendo…

Anímese a leer, pues usted estará conociendo la obra de uno de los mayores escritores de la lengua portuguesa de todos los tiempos.

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