En este momento, en que el gobierno brasileño decide la estratégica compra de los cazas militares y que la decisión técnica preseleccionó tres marcas, una francesa, una sueca y otra estadounidense, era de esperarse que los grandes medios de comunicación caza-monedas arrendaran su opinión para los interesados en el billonario negocio. Cuentan que cierta vez Assis Chateaubriand, el viejo Chato, dueño de los Diarios Asociados e “Imperador do Brasil”, en una reunión de la Alta República, en un momento de euforia etílica, exhibió la mano derecha en forma de concha y se vanaglorió: “el único político brasileño que no comió por esta mano fue el capitán Luiz Carlos Prestes”.
Chantajes y jugarretas siempre se usaron como armas eficaces en la relación de los grandes medios de comunicación con la política. Al final fueron estas armas que llevaron a Getúlio Vargas al suicidio.
Para correr la cortina de humo sobre el asunto de los cazas militares recurrimos a una materia periodística solitaria y de poquísima repercusión publicada por el periódico Folha de Sao Paulo el día 02/02/2009, con el título “Boyas “sospechosas” cercan base de cohetes brasileña”.
Ahí leemos:
La Abin (Agencia Brasileña de Inteligencia) investiga la posibilidad de espionaje y hasta el posible riesgo de sabotaje en el programa brasileño y ucraniano de lanzamientos de cohetes. Recientemente, la agencia elaboró un informe reservado, al cual Folha de Sao Paulo tuvo acceso, sobre equipamientos de telemetría (que pueden captar, enviar y procesar datos a distancia) instalados en boyas encontradas en playas que cercan el CLA (Centro de Lanzamientos de Alcántara, Maranhão), el día 11 de Octubre del año pasado. Es la tercera vez que la agencia encuentra el mismo tipo de aparato en los alrededores de Alcántara.
Abin
Esas boyas son utilizadas para pesca en altamar, para la localización de cardúmenes, pero tienen capacidad de interferir en las señales de navegación de cohetes si fueran programadas para eso, de acuerdo con la Abin. El equipamiento fue sometido a un análisis hecho por el Instituto de Investigaciones de la Marina en Rio de Janeiro.
La hipótesis de que el equipamiento puede haber sido utilizado para interferir en las comunicaciones entre los cohetes y la base de Alcántara no ha sido descartada.
Los técnicos del instituto resaltaron también el hecho de Alcántara estar muy distante de las rutas de pesca en altamar. Ellos trabajan ahora en peritajes más profundos.
El artículo de la FSP (Folha de Sao Paulo) cita extractos del informe revisado: “La agencia ha monitoreado el aparecimiento de boyas en intervalos de dos en dos años, en las playas del CLA. Ellas son accionadas por control remoto vía satélite y tienen capacidad de enviar, transmitir y medir frecuencia, además de poseer un espacio suficiente para abrigar cuerpos extraños; están equipadas con batería de larga duración y panel solar”.
“Es de extrañar la presencia de esas boyas en el local porque la región no tiene industria pesquera, no está en la ruta de barcos que las utilicen para ese fin, ellas no se dislocan muy lejos del lugar donde son colocadas y, entretanto, solo son encontradas en las playas próximas al CLA, a pesar de los kilómetros de playas existentes en Maranhão”, continúa el documento.
Según el artículo de la Folha de Sao Paulo, hasta hoy, ninguna empresa en Brasil o en el exterior reclamó los equipamientos encontrados por la Abin.
“En el caso de que ocurriese”, refiriéndose a la interferencia en la telemetría de los cohetes, “no serían perjudicados solo los eventuales lanzamientos desde Alcántara, sino que también se pondría en riesgo la ejecución de operaciones de rastreo de vehículos espaciales extranjeros – servicio prestado por los centros de lanzamiento de Alcántara en el estado de Maranhão y Barreira do Inferno, estado de Rio Grande do Norte, continúa el informe.
El artículo de la FSP da más detalles:
“Las boyas encontradas en octubre son de dos fabricantes diferentes, uno español y otro japonés. El modo de transmisión de datos del primero es vía satélite. El del segundo, por ondas VHF y/o UHF. Agentes de la Abin envueltos en la investigación resaltan que en casos de espionaje, es común la adaptación de aparatos empleados normalmente para otros fines para camuflar la acción clandestina.
El CLA es uno de los locales en que la Abin promueve un trabajo preventivo de protección del conocimiento nacional. La agencia ha adoptado medidas en conjunto con dirigentes de centros de investigación, empresas estatales e incluso hasta en compañías privadas, para intentar impedir que tecnologías desarrolladas en el país sean blanco de espionaje o sabotaje.
Aparte de las boyas de pesca, la Abin también sospecha sobre la presencia de muchos extranjeros en la región del CLA, un área pobre, con poca actividad e infraestructura turística. En el 2006, el Grupo de Trabajo de Amazonas (GTA), coordinado por la Abin, produjo un informe que abordó el tema.
El documento informa que, según fuentes de la policía estatal de Maranhão, había 116 extranjeros el día 15 de mayo del mismo año en Alcántara, cuando miembros del GTA visitaron la base de lanzamientos.”
El informe de la ABIN levanta otra situación detallada:
“No fue posible saber cuáles eran las actividades que desarrollaban, teniendo en cuenta que no habría actividad en el Centro de Lanzamientos.
Los altos índices de exclusión social presentes en la ciudad de Alcántara dejan a la comunidad que reside ahí expuesta y fragilizada con intentos de soborno y reclutamiento por parte de ONGs y de agentes al servicio de países que perderían mucho con el éxito de los lanzamientos de la Base de Alcántara”.
El artículo periodístico enfatiza la sospecha de sabotaje, tomando un inmenso cuidado de no citar específicamente la explosión del Vehículo Lanzador de Satélites, VLS, que significó la muerte de veintidós de los principales científicos y técnicos brasileños envueltos en el proyecto:
“La Abin aún no consiguió aclarar si los aparatos instalados en las boyas estaban en operación durante lanzamientos hechos desde la Base de Alcántara.
El día 19 de julio del 2007, por ejemplo, período intermediario entre dos capturas (2006 y 2008) de los equipamientos, el CLA lanzó el cohete VSB-30. La prueba fue parcialmente exitosa. El cohete recorrió el trayecto estipulado y el llamado módulo útil se posó en el mar, pero el equipamiento no fue encontrado después del lanzamiento como estaba previsto.”
Según el mismo artículo, en la época, el CLA informó que “durante la caída, hubo oscilaciones en la señal de Telemetría, lo que dificultó el rescate del módulo después del lanzamiento”.
A partir del incidente de la explosión del VLS, el gobierno de Lula decidió la construcción de una asociación estratégica con Ucrania, siendo creada la empresa binacional brasileño-ucraniana denominada “Alcantara Cyclone Space”, cuya presidencia fue entregada al ex-ministro de Ciencia y Tecnología, Roberto Amaral, ligado a los cuadros del Partido Socialista Brasileño (PSB), de la base del gobierno. Esta empresa trabaja en asociación con otra empresa que agrupa a las reminiscencias del proyecto del VLS anterior, formada en su mayor parte por oficiales militares oriundos del Instituto Tecnológico de Aeronáutico, ITA, con sede en Sao José dos Campos, Sao Paulo.
Pero la pregunta necesita ser respondida: ¿quién tendría interés en sabotear la búsqueda brasileña de autonomía tecnológica? ¿Cuál es el país que tiene la tecnología y la estructura para eso? Es bueno que sepamos las respuestas, pues quien tiene tales actitudes no puede estar siendo sincero cuando promete transferir tecnologías que permitirán la autonomía de un país que busca ser soberano.