Ficha Limpia en las Calles

“como el aseo del cuerpo es la base de toda la higiene individual, así también la limpieza de la vía pública es el pivote de toda la higiene urbana… limpieza y salubridad son términos de una sola ecuación”

Alcântara Machado – “O Estado” – São Paulo -1918

¡Candidatos de la segunda vuelta UNÍOS contra la suciedad! Demostrad un compromiso con la civilidad. Pasó la primera ronda electoral, la discusión sobre la ficha limpia permanece, y junto a ella, una enorme cantidad de basura electoral, demostrando la suciedad del proceso de divulgación de los candidatos y candidatas.

Con la votación electrónica implantada, orgullo de los brasileños y gloria para el Tribunal Superior Electoral, TSE, podría esperarse un ambiente más limpio y más higiénico en las ciudades y principalmente en los lugares de votación. Mientras tanto, lo que se ve pasado algunos días de las elecciones, son pedazos de maderas en el césped y en jardines públicos, pedazos de plásticos con restos de banners de las campañas, que nos fuerzan a recordar el período electoral.

Solamente en Brasilia un día después del pleito fueron recogidas más de seiscientas toneladas de falta de educación y civilidad. Eran tantos, pero tantos, los santitos dispersados en el suelo con fotos y nombres de los candidatos que sería imposible identificar a cada uno y exigir el cumplimiento de la ley con las cobranzas de multas por la suciedad provocada donde fuese necesario.
¿Y ahora? Son pocos los candidatos. Número infinitamente menor en esta segunda vuelta. Dos candidatos a presidente donde la elección para gobernador se resolvió en la primera instancia y cuatro candidatos donde habrá votación para presidente y gobernador. Por lo tanto es más fácil la tarea de identificar para quien tiene ese compromiso.

La propuesta es de un acuerdo de damas y caballeros como la que ocurrió entre los diversos partidos políticos en Belo Horizonte el año 1994. Ese año, después de diversos procesos electorales cuyos candidatos hacían desorden poniendo propagandas donde fuese visible, ningún candidato pegó carteles en postes, muros y paredes de residencias, demostrando – antes de ocurrir en capitales como São Paulo y Rio de Janeiro- que podría acontecer un proceso electoral menos cochino. Se economizaron horas y horas de trabajo de servidores con escobas, miles de metros cúbicos de agua, aparte del detergente para limpiar la propaganda de carteles pegados en lugares públicos.

Evolucionamos, y otras formas de presentación de los candidatos fueron surgiendo. Ahora, con la feliz prohibición de uso de out doors (que siempre privilegió a los más poderosos) el modo fue contratar portabanderas  o instalar carteles con dos soportes para divulgar los nombres y números de los candidatos – gran parte ni siquiera divulgó el partido – y también los abandonaron después del término de la primera vuelta del proceso electoral. Fragmentos de estos materiales son vistos por aquí y por allá, amontonados o volando para hacernos recordar las caras de los sucios y sucias. Por lo tanto, la apelación para la segunda vuelta es: señoras y señores candidatos mayoritarios, no ensucien nuestras ciudades. En la elección de la ficha limpia vamos a promover la limpieza de las vías públicas porque, inspirados en Alcântara Machado, “Civilidad y limpieza de las vías públicas son términos de una misma ecuación”. No quede con la ficha sucia arrojando basura a la calle. Dé una prueba de civilidad.