Evaluación del programa de recolección selectiva de Belo Horizonte
Con la ampliación y regionalización de la recolección selectiva, otras organizaciones de recolectores fueron incorporadas y asociadas al programa de recolección selectiva en diversos barrios como Barreiro, Venda Nova, Pampulha y Buritis. Se creó el Foro Municipal Basura y Ciudadanía de Belo Horizonte, con representantes de las cooperativas y asociaciones, poder público, ONGs y diversas instituciones.
En el 2005, un diagnóstico preliminar de las asociaciones y cooperativas de recolectores realizado por la SLU (Superintendencia de Limpieza Urbana) constató que los galpones, en su mayoría, son viabilizados por la prefectura. Todas las sedes estaban operando en situación irregular por no disponer de equipamientos de prevención y combate de incendios. En el 2008 la ASMARE (Asociación de Recolectores de Papel, Cartón y Materiales Reaprovechables) providenció la regularización de sus galpones. La SLU también abastece Equipamientos de Protección Individual – EPIs – para la mayoría de las asociaciones y cooperativas, pero los recolectores tienen mucha dificultad para usarlos. Solo la ASMARE y la COOPEMAR (Cooperativa de Recolectores de Materiales Reciclables de la Región Oeste de Belo Horizonte) poseen vehículos motorizados para realizar la recolección. La ASMARE es la única que, aparte de pagar el arriendo de uno de los galpones, es subsidiada por la PBH (Prefectura de Belo Horizonte), con el otorgamiento de recursos financieros para la manutención del galpón, cubriendo gastos como agua, luz, vigilancia e IPTU (Impuesto de Terreno Urbano).
Todas las asociaciones y cooperativas poseen balanza. No existe un área específica para el almacenamiento de los materiales recibidos y, tan pronto como son recolectados, son descargados, pesados y dirigidos para el área de selección donde son separados según su tipo por los recolectores. No hay mesas ni bancos para la selección en ninguno de los galpones, siendo esta actividad hecha en el suelo, perjudicando mucho la eficiencia del proceso y la salud del seleccionador, teniendo como consecuencia una baja productividad. En el galpón sede de la ASMARE los recolectores improvisaron mesas individuales para la selección, buscando perfeccionar el proceso.
Después del proceso, los materiales reciclables son prensados, enfardados y separados para su comercialización. Debido a la falta de espacio para almacenamiento de los fardos, la comercialización es inmediata, obteniéndose por eso un menor precio de venta. A pesar de que todas las asociaciones y cooperativas poseen prensa, que es fundamental para facilitar el almacenamiento y aumentar el valor de la venta del material seleccionado, algunas son arrendadas y/o prestadas por los compradores de materiales reciclables, lo que crea una relación de dependencia de las entidades con esos compradores.
En cuanto al perfil de los recolectores, el diagnóstico hecho por la SLU en el año 2005 constató que los recolectores no contribuían para la Previsión Social, estando por lo tanto sin derecho a los beneficios y servicios asistenciales como salario-maternidad, salario familia, auxilio-enfermedad, auxilio-accidente, auxilio reclusión, pensión por muerte y jubilación (por edad, invalidez o por tipo de contribución). Se verificó también que los asociados de la ASMARE tienen más experiencia en el trabajo con materiales reciclables. Otras asociaciones fueron formadas por otros grupos de gente, como gente que vive en la calle, desempleados, etc. Se observó también un bajo índice de analfabetismo, con un número significativo de asociados con nivel de escolaridad de enseñanza media fundamental.
A pesar de que Belo Horizonte se convirtió en referencia nacional en el fortalecimiento de la categoría de los recolectores con enormes victorias políticas, el programa de recolección selectiva no presentó avances en la misma proporción en la ciudad. Presenta una cobertura muy baja de recolección puerta a puerta, con un índice de recuperación de materiales reciclables también muy pequeño, producto de la baja cobertura y del alto índice de desechos. Las condiciones de trabajo de los recolectores aún son muy precarias y su renta no es satisfactoria.
Hay una contradicción en la ciudad, que se enorgullece de haber sido pionera en el reconocimiento y valorización de los recolectores, pero que aún convive con esos trabajadores empujando sus carritos por las calles, generalmente sucios, descalzos, recogiendo materiales en sacos de basura… hubo sin duda una mejoría significativa en relación a la selección en las calles y ya no hay más niños mezclados con la basura. El programa, sin embargo, es aún muy tímido cuando se observa la cantidad de materiales reciclables generados en el municipio – cerca del 20% del total de residuos domiciliarios y comerciales -, que aún siguen siendo enterrados en la vecina ciudad de Sabará.
Se considera que como en toda acción pionera, el riesgo de caer en errores es mayor, por no existir aún una metodología consolidada para la implementación de un programa tan complejo que envuelve variables técnico-operacionales, sociales, educativas, gerenciales, teniendo en cuenta el tamaño de Belo Horizonte, sede de la tercera mayor región metropolitana de Brasil.
En el 2008 el programa de recolección selectiva de Belo Horizonte destinaba para reciclaje cerca de 30 toneladas de materiales por día, lo que representa menos de 1,5 % del total de residuos domiciliarios y comerciales generados en el municipio, que son más de 2000 ton/día. Hay 128 Locales de Entrega Voluntaria – LEVs -, con 388 contenedores instalados para los diferentes tipos de materiales. La cantidad de materiales reciclables recolectados por la SLU en los LEVs es de 120 ton/mes, siendo que la mitad de esa cifra es de vidrio. La recolección selectiva puerta a puerta beneficia a 27 barrios (a algunos parcialmente), con la atención a cerca de 314.000 personas, recogiendo 280 ton/mes de materiales reciclables.
La ASMARE y la COOPESOLI (Cooperativa Solidaria de Trabajadores y Grupos Productivos de Barreiro) recogen cerca de 480 ton/mes, o sea, más que la suma de la recolección hecha por la SLU en LEVs y puerta a puerta. Las demás asociaciones y cooperativas solo procesan el material recolectado por la SLU. La ASMARE procesa 511 ton/mes, siendo 235 ton/mes oriundas de la recolección hecha por recolectores asociados con carritos manuales; 197 ton/mes son obtenidas de donaciones; 30 ton/mes de adquisición de terceros (recolectores no asociados) y 49 ton/mes recolectadas por la SLU en LEVs y puerta a puerta.
Las dificultades encontradas por los emprendimientos de recolectores son muy semejantes, con gran precariedad de las condiciones de operación y gestión de las organizaciones. Es importante observar que el número de asociados de la ASMARE -cerca de 250 – es significativamente superior al de otras asociaciones o cooperativas que poseen, cada una de ellas, un máximo de 25 miembros. El gran número de asociados de la ASMARE, junto a la diversidad de actividades, representa una dificultad mucho mayor de gerenciamiento, lo que ha sido objeto de preocupación y de búsqueda de apoyo externo.
Los resultados presentados en un estudio elaborado por la ADS/CUT (Agencia de Desarrollo Solidario de la Central Única de Trabajadores), en asociación con el SEBRAE Nacional (Servicio Brasileño de Asistencia a las Micro y Pequeñas Empresas), en el 2004, evalúan el mercado de la gran Belo Horizonte como creciente y prometedor, a pesar de ser principalmente dominado por dos grandes empresas llamadas depósitos líderes. Estos depósitos compran prácticamente toda la producción de los depósitos menores y, con eso, determinan los precios del mercado. Aparte de eso, garantizan la compra de las producciones y ponen a disposición equipamientos como prensas y balanzas para los que están iniciando, constituyendo un mercado cautivo y reteniendo el poder de trueque junto a las industrias.
En realidad, la cantidad de materiales reciclables que es comercializada en el municipio directamente por esas dos grande empresas es muchas veces mayor que las cantidades contabilizadas por la prefectura en el programa de recolección selectiva. El número de recolectores autónomos aún es muy grande y la cantidad de materiales comercializados es desconocida. Además, estas empresas adquieren materiales directamente de grandes generadores, recibiendo de ellos, principalmente papel.