Vanidad, humildad e impecabilidad

Publicado por Editor 20 de marzo de 2023

La vanidad es nuestro mayor enemigo, piensa al respecto… lo que nos debilita es sentirnos ofendidos por los hechos y ofensas de nuestros semejantes. Nuestra vanidad hace que pasemos la mayor parte de nuestras vidas ofendidos por alguien. Los nuevos videntes recomendaban hacer todos los esfuerzos para erradicar la vanidad de la vida de los guerreros. Yo seguí esa recomendación, y muchos de mis esfuerzos contigo han estado dirigidos a mostrarte que sin vanidad somos inexpugnables.

La vanidad no es algo simple e ingenuo. Por un lado, es el núcleo de todo lo bueno que hay en nosotros, y por otro, el núcleo de todo lo que no sirve. Por un lado la convicción de que nadie te puede derrotar si no lo consientes, eso se llama humildad. De otro, la ilusión de que tú eres mejor que los otros hombres y puedes dominarlos. Esta última te lleva a sentirte ya sea astuto o culpable, héroe o víctima, y ahí está el origen del sentirse ofendido. Librarse de esta última vanidad requiere prodigios de estrategia y puede llevar toda una vida. A través de los tiempos, los videntes rindieron homenajes a aquellos que lo lograron. Para seguir el camino del conocimiento es necesario ser muy imaginativo.

En el camino del conocimiento nada es tan claro como nos gustaría que fuese. Los guerreros combaten la vanidad por una cuestión de energía, y no de principio. El gran error es comprender esa explicación en términos morales. Aunque parezca ser moral, en verdad, se llama Impecabilidad. La Impecabilidad es nada más que el uso apropiado de la energía.

Esas afirmaciones no tienen una gota de moralidad. Economizando energía, me vuelvo impecable. Para saber sobre eso, es necesario economizar energía suficiente. Para ahorrar energía, los guerreros elaboran listas estratégicas. Anotan todo lo que hacen. Después deciden cuáles de esas cosas pueden ser mudadas de modo que permitan que ahorren parte de la energía que gastan. Esa lista cubre sólo patrones de comportamiento que no son esenciales a la sobrevivencia y al bienestar.

Una de las primeras preocupaciones de los guerreros es libertar esa energía para poder encarar lo desconocido con ella. La acción de recanalizar esa energía es la impecabilidad. La estrategia más eficaz elaborada por los videntes de la Conquista, maestros incuestionables del acecho. Consiste de seis elementos que interactúan entre sí. Cinco de ellos son llamados atributos del guerrero: control, disciplina, paciencia, oportunidad y voluntad. Estos hablan sobre el mundo del guerrero que está luchando para perder la vanidad. El sexto elemento, tal vez el más importante de todos, pertenece al mundo exterior, y es llamado pequeño tirano. Un pequeño tirano es un atormentador. Alguien que mantiene poder de vida y muerte sobre los guerreros, o simplemente los perturba, llevándolos a la distracción.

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