Los Exploradores de Sueños

Publicado por Editor 27 de junio de 2012

 

Los sueños, si no son una puerta, son una compuerta a otros mundos. Como tal, los sueños son un pasadizo con tráfico de doble sentido. Nuestra conciencia cruza esa compuerta y entra en otros reinos; y esos otros reinos mandan exploradores que entran a nuestros sueños – cargas energéticas que se mezclan con los objetos de nuestros sueños normales. Son estallidos de energía ajena que vienen a nuestros sueños, y nosotros los interpretamos como objetos conocidos o desconocidos.

Los exploradores son más numerosos en nuestros sueños comunes y corrientes. Los sueños de los ensoñadores están extrañamente libres de exploradores. Al momento que aparecen, son identificados por su extrañeza y la incongruencia de su presencia.

Sólo en los sueños comunes las cosas son absurdas. Yo diría que es así porque más exploradores son inyectados en ellos, debido al hecho de que las personas comunes están vulnerables a un asedio mayor por parte de lo desconocido.

En mi opinión, lo que ocurre es un equilibrio de fuerzas. La gente común y corriente tiene estupendas barreras para protegerse contra esos asaltos. Barreras tales como preocupaciones diarias. Mientras más fuerte es la barrera, más fuerte es el ataque.

Por otro lado, los ensoñadores tienen menos barreras y menos exploradores en sus ensueños, quizá para asegurar que los ensoñadores se percaten rápidamente de su presencia.

Por supuesto que hay  un orden detrás de todo esto. Algunas cosas son de importancia clave, ya que están asociadas con el espíritu; otras no tienen absolutamente ninguna importancia, ya que están asociadas con nuestras pinches personalidades.

No logras comprender porque insistes en tomar a los sueños como algo conocido: lo que nos ocurre cuando dormimos. Y yo insisto en darte otra versión: una compuerta a otros reinos de la percepción.

A través de esta compuerta, se filtran corrientes de energía desconocida. Luego la mente, o el cerebro, o lo que sea, se apodera de esas corrientes de energía y las transforma en parte de nuestros sueños. Los brujos tienen consciencia de esas energías  e intentan aislarlas de los ítems normales de sus sueños porque ellas vienen de otros reinos. Si las seguimos a su fuente de origen, nos sirven como guías en áreas de tal misterio que los brujos se estremecen con la sola mención de tal posibilidad.

Los brujos aíslan esas corrientes de energía desconocida a través del ejercicio y del control de su atención soñadora. En un momento, nuestra atención de ensueño descubre los objetos de un sueño, se enfoca en ellos y entonces el sueño entero se disuelve, dejando sólo la energía ajena.

El primer explorador que aíslas estará siempre presente, con cualquier forma, por ejemplo iridio, una de las substancias más duras del mundo. Los exploradores son espías mandados por el reino inorgánico. Ellos son muy rápidos, o sea: no se quedan por mucho tiempo.

Ellos vienen en busca de consciencia potencial. Ellos tienen consciencia y objetivo comparables tal vez a la consciencia y al objetivo de los árboles. La conciencia de ser es como una velocidad interna y la velocidad interna de los árboles y de los seres inorgánicos son infinitamente más lentas que la nuestra y por lo tanto, incomprensibles para nosotros.

Los árboles y los seres inorgánicos están hechos para durar mucho más que nosotros. Son inmóviles, pero hacen que todo se mueva alrededor de ellos. Lo que  ves en tus ensueños, como palos brillantes o oscuros son sus proyecciones. Lo que oyes como la voz del emisario de ensueño es también su proyección. Al igual que los son los exploradores.

Cuanto mayor la capacidad de observar los detalles, más fácil es aislar a los exploradores. Si se admite a los exploradores como una energía foránea, ellos permanecen por un rato en el campo perceptivo. Si la decisión fuese transformar los exploradores en objetos casi conocidos, ellos se quedan por un rato aún más largo, cambiando de forma erráticamente. Pero si son seguidos, expresando en voz alta el intento de ir, los exploradores realmente transportan la atención de ensueño a un mundo más allá de lo que se puede normalmente imaginar.

Los seres inorgánicos están siempre dispuestos a enseñar. Pero sólo están dispuestos a enseñar sobre ensoñar. El emisario de ensueño, siendo una voz, es el puente perfecto entre ese mundo y el nuestro. Recuerda, el acecho de los seres inorgánicos era el campo de los antiguos brujos. Para llegar allá ellos fijaron con tenacidad su atención de ensueño en los ítems de los sueños. De ese modo podían aislar a los exploradores. Y cuando estaban con los exploradores enfocados, gritaban el intento de seguirlos. En el instante en que los antiguos brujos manifestaban en voz alta su intento, una fuerza incontenible los jalaba.

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