La Voz de Ver

Publicado por Editor 19 de abril de 2011

Ver es un eufemismo para nombrar el movimiento del punto de encaje. Ver es un conocimiento corporal. La predominancia del sentido visual en nosotros influye en ese conocimiento corporal y le da un sentimiento de ser orientado visualmente. Ver es el alineamiento. El alineamiento de las emanaciones usadas rutinariamente es la percepción del mundo del día a día, pero el alineamiento de emanaciones que nunca son usadas ordinariamente es ver. Cuando tal alineamiento ocurre, la persona ve.

El acto de ver, por lo tanto, siendo un acto producido por un alineamiento fuera de lo común, no puede ser algo para que alguien pueda meramente simplemente mirar. Ver es una sensación peculiar de saber, de saber alguna cosa sin resquicio de duda. No importa lo que tú ves. Lo que sientes es lo importante. Cuando los videntes ven, algo explica todo lo que aconteció a medida que el nuevo alineamiento acontece. Es una voz que les dice al oído qué es lo que es. Si esa voz no está presente, aquello en que el vidente está enfrascado no es ver.

Es errado afirmar que ver es oír, porque es infinitamente más que eso, pero los videntes optaron por usar un sonido como la medida de un nuevo alineamiento – la voz de ver, muy misteriosa e inexplicable. Las declaraciones son hechas con mucha certeza, y la gente no sabe cómo acontece. Mi conclusión personal es que la voz de ver pertenece sólo al hombre.

Esto puede acontecer porque sólo los hombres hablan. Los antiguos videntes creían que se trataba la voz de una entidad todopoderosa íntimamente relacionada con la humanidad, un protector del hombre. Los nuevos videntes descubrieron que esa entidad, a la cual dieron el nombre de molde del hombre, no posee una voz. La voz de ver para los nuevos videntes es algo prácticamente incomprensible; dicen que es el brillo de la consciencia tocando las emanaciones del Águila, como un músico toca un harpa.

El proceso de ver consiste de un intervalo de verdadero silencio interior, seguido por un alargamiento exterior del ser, un alargamiento que se encuentra y funde con el otro cuerpo, o con cualquier cosa dentro de nuestro campo de consciencia.

Fundir es como una cosa que el cuerpo siente o hace cuando es puesto en contacto observacional con otros cuerpos. Ver debe ser directo, pues un guerrero no puede usar su tiempo para descubrir lo que él mismo está viendo. Ver es ver porque elimina todas las tonterías. Al principio ver es confuso, y es fácil perderse en eso. Pero a medida que el guerrero se va tornando más compacto, su ver se torna lo que debe ser, un conocimiento directo.

Un guerrero hace preguntas y a través de su ver obtiene una respuesta, pero la respuesta es simple, nunca embellecida como un poodle de madame. Ver sólo acontece cuando nos escabullimos entre los mundos, el mundo de las personas comunes y el mundo de los brujos.

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