La Responsabilidad por los Actos

Publicado por Editor 9 de agosto de 2011


Siempre te sientes obligado a explicar tus actos, como si fueras el único hombre que se equivoca en la tierra. Es tu viejo sentimiento de importancia. Tienes demasiada, también tienes demasiada historia personal. Por otra parte, no te haces responsable de tus actos, no usas tu muerte como consejera y, sobre todo, eres demasiado accesible.

Hay que hacerse responsable de estar en un mundo extraño. Estamos en un mundo extraño, has de saber. Para ti el mundo es extraño porque cuando no te aburre estás enemistado con él. Para mí el mundo es extraño porque es estupendo, pavoroso, misterioso, impenetrable. Mi interés ha sido convencerte de que debes hacerte responsable por estar aquí, en este maravilloso mundo, en este maravilloso desierto, en este maravilloso tiempo. Quise convencerte de que debes aprender a hacer que cada acto cuente, pues vas a estar aquí sólo un rato corto, de hecho, muy corto para presenciar todas las maravillas que existen.

Lo que te recomiendo que hagas es notar que no tenemos ninguna seguridad de que nuestras vidas van a seguir indefinidamente. Acabo de decir que el cambio llega de pronto, sin anunciar, y lo mismo la muerte. ¿Qué crees que podamos hacer?

Hay algunas personas que tienen mucho cuidado con la naturaleza de sus actos. Su felicidad es actuar con el conocimiento pleno de que no tienen tiempo; así, sus actos tienen un poder peculiar; sus actos tienen un sentido de… piensa ahora en tu muerte. Está al alcance de tu brazo. Puede tocarte en cualquier momento, así que de veras no tienes tiempo para pensamientos y humores de cagada.

Ninguno de nosotros tiene tiempo para eso. Cuando un hombre decide hacer algo, debe ir hasta el fin, pero debe aceptar responsabilidad por lo que hace. Haga lo que haga, primero debe saber por qué lo hace, y luego seguir adelante con sus acciones sin tener dudas ni remordimientos acerca de ellas.

En un mundo donde la muerte es el cazador, no hay tiempo para lamentos ni dudas, amigo mío. Sólo hay tiempo para decisiones. Hacernos responsables de nuestras decisiones significa estar dispuestos a morir por ellas. No importa cuál sea la decisión. Nada podría ser más o menos serio que cualquier otra cosa. ¿No ves? En un mundo donde la muerte es el cazador no hay decisiones pequeñas o grandes. Sólo hay decisiones que hacemos a la vista de nuestra muerte inevitable.

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