La consciencia de ser empieza a partir de la concepción. Siempre afirmé que la energía sexual es algo sumamente importante y que debe ser controlada. La única energía real que poseemos es la energía sexual, que da la vida. Ese conocimiento torna a los guerreros conscientes de su responsabilidad.
Si los guerreros desean tener energía suficiente para ver, deben tornarse avaros con su energía sexual. Practicar sexo es una cuestión de energía. El sexo es una donación del brillo de la consciencia.
Nuestra energía sexual es lo que gobierna el ensueño. O haces el amor con tu energía sexual o ensueñas con ella. No hay otro camino. Los acechadores son lo opuesto.
El Águila ordena que la energía sexual sea usada para que haya vida. A través de la energía sexual el Águila otorga consciencia. Así, cuando seres conscientes están comprometidos en relaciones sexuales, las emanaciones dentro de sus huevos hacen lo posible para conferir consciencia al nuevo ser que están creando.
Durante el acto sexual, las emanaciones contenidas dentro del huevo de los dos compañeros pasan por una profunda agitación, cuyo punto culminante es una junta, una fusión de dos partes del brillo de la consciencia, una de cada persona, que se separan de sus huevos.
La relación sexual es siempre una donación de consciencia, aunque la donación termine siendo no consolidada. Las emanaciones del interior del huevo de los seres humanos no conocen el sexo por placer.
Es un error del hombre actuar con total falta de respeto por el misterio de la existencia, y creer que un acto tan sublime como lo es el conferir vida y consciencia es meramente un impulso físico que la persona puede manipular a través de su voluntad.
El equilibrio mental de uno no es otra cosa que fijar el punto de encaje en un sitio específico y habitual. Si los sueños hacen que ese punto se mueva, y si el ensoñar es el control de ese movimiento natural, y si se necesita energía sexual para ensoñar, el resultado es desastroso cuando se disipa esa energía en el acto sexual. Entonces los soñadores mueven sus puntos de encaje erráticamente, porque su energía sexual no está equilibrada.
No hay nada de malo con la sensualidad del hombre. Es la ignorancia del hombre y la falta de respeto por su naturaleza mágica lo que está equivocado.
Es un error desperdiciar inútilmente la fuerza del sexo que confiere vida y no tener hijos, pero también es un error no saber que, teniendo hijos, la persona compromete el brillo de la consciencia
Los videntes ven que, al tener un hijo, el brillo de la consciencia de los padres disminuye y el del niño aumenta. En algunos padres demasiado sensibles y frágiles, el brillo de la consciencia casi desaparece. A medida que los niños aumentan la consciencia, una gran mancha negra se desarrolla en el huevo luminoso de los padres, en el lugar exacto donde el brillo fue retirado. Eso ocurre generalmente en la sección media del huevo. A veces, esos puntos pueden ser vistos sobrepuestos incluso en el propio cuerpo.