Encontrar un lugar benéfico

Publicado por Editor 31 de octubre de 2012

Debes aprender a encontrar un lugar para acampar o descansar. A veces es necesario encontrar rápidamente un lugar benéfico al aire libre. O tal vez sea necesario saber rápidamente si el lugar donde se va a descansar es malo.

Para encontrar un buen lugar para reposar basta poner los ojos bizcos. La técnica lleva años para perfeccionarse y consiste en forzar gradualmente los ojos a ver separadamente la misma imagen. La falta de convergencia redunda en una imagen doble del mundo. Esa doble percepción le da a la persona la oportunidad de evaluar las modificaciones en los ambientes, cosa que los ojos normalmente no logran percibir.

Comienza mirando de a poco, casi con el rabillo del ojo. En seguida, comienza a separar las imágenes percibidas por cada uno de tus ojos. Mirar de a poco permite que los ojos destaquen vistas poco comunes.

No son propiamente vistas. Son como impresiones. Si miras un arbusto o un árbol o una roca, donde puedas querer descansar, tus ojos pueden hacerte sentir si ese es o no es el mejor lugar de reposo. No importa lo que veas. Lo que sientes es lo importante. La sensación que tienes es lo que interesa. Cada hombre es diferente de otro. La cuestión es sentir con tus ojos. Nadie puede decirte lo que debes sentir. No es calor, ni luz, ni claridad, ni color. Es otra cosa.

Una vez que aprendes a separar las imágenes y comiences a ver cada cosa doble, debes enfocar tu atención en el área entre las dos imágenes. Cualquier modificación digna de notarse debe procesarse allí, en esa área. Un punto significa un lugar en que la persona se sienta naturalmente feliz y fuerte. Podemos sentir con los ojos, cuando estos no están mirando directamente dentro de las cosas. No todos los lugares son buenos para sentarse o para estar. La idea general es que tendrás que sentir todos los puntos posibles que sean accesibles, hasta poder establecer sin duda cuál es el correcto.

El punto bueno es llamado sitio benéfico y el malo, enemigo. Los dos lugares son la llave del bienestar del hombre. El simple hecho de sentarse en nuestro punto genera una fuerza superior. Por otro lado, el punto enemigo debilita a la persona y puede incluso provocar su muerte.

Todos los animales pueden detectar en sus alrededores áreas con niveles especiales de energía. La mayor parte de los animales se asusta con esos lugares y los evita, pero los brujos los buscan deliberadamente por sus efectos.

Esos lugares emiten cargas imperceptibles de energía renovadora.  Los hombres comunes viviendo en lugares naturales pueden encontrar tales sitios, aun siendo inconscientes de haberlos encontrado o sin consciencia de sus efectos.

Los brujos cuando observan a hombres viajando por senderos de caminantes perciben que los hombres se cansan y descansan exactamente en el punto con un nivel positivo de energía. Si, por otro lado, están pasando por un área con un flujo de energía hostil, se ponen nerviosos y corren. Si les preguntas al respecto, responderán que corren de esa área porque se sentían bien dispuestos. Pero es lo contrario. El único lugar que los energiza es el lugar donde se sienten cansados.

Los brujos son capaces de encontrar tales lugares percibiendo con sus cuerpos enteros pequeños impulsos de energía en sus alrededores. La energía aumentada de los brujos, derivada de la amputación de su auto-reflexión, permite a sus sentidos una faja mayor de percepción.

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