Carlos Castaneda – frases de Don Juan Matus – Sobre el Miedo
Un hombre va hacia el conocimiento como va a la guerra: bien despierto, con respeto, con miedo y con una seguridad absoluta. Ir para el conocimiento o para la guerra de cualquier otra manera es un error, y quien lo cometa se arrepentirá.
Cuando el hombre llena estos cuatro requisitos no hay errores que él tenga que explicar; en estas condiciones sus actos pierden la calidad desastrada que tienen los actos de un tonto. Si fracasa o sufre una derrota, solo habrá perdido una batalla y no sentirá remordimiento.
El miedo es el primer enemigo que el hombre tiene que vencer en su camino al conocimiento. Es un enemigo terrible, traicionero y difícil de vencer. Permanece oculto en todas las curvas del camino, rondando… al acecho. Y si un hombre huye aterrorizado con su presencia, su enemigo le habrá puesto fin a su búsqueda.
Este hombre nunca aprenderá, nunca se volverá un hombre de conocimiento. Puede tornarse un tirano o un pobre hombre horrorizado e inofensivo; de cualquier forma será un hombre vencido. Su primer enemigo le habrá puesto fin a sus deseos.
Para vencer al miedo el hombre no debe huir. Debe desafiar el miedo y pese a su presencia, debe dar el siguiente paso en el aprendizaje,…. y el siguiente, … y el siguiente… Debe sentir al miedo plenamente y mientras tanto… ¡No puede parar! Y el momento llegará… ¡en el cual su primer enemigo retrocede! El hombre comienza a sentirse seguro de sí. Su propósito se torna más fuerte. Aprender no será más una tarea aterradora.
Si un hombre cede ante el miedo durante años, nunca lo vencerá, porque se desviará del conocimiento y nunca más lo intentará. Pero si busca aprender durante años, en medio de su miedo, acabará dominándolo, porque realmente nunca se entregó a él.
Una vez vencido el miedo, él adquiere clareza, una clareza de espíritu que apaga el miedo. Entonces el hombre ya conoce sus deseos, sabe como satisfacerlos. Puede anticipar los nuevos pasos en el aprendizaje, y una clareza viva rodea todo. El hombre siente que nada se le oculta.
Un guerrero camina sin precipitarse ni dudar.