El movimiento del punto de encaje más allá de la línea media del capullo del hombre hace que el mundo entero que conocemos desaparezca instantáneamente de nuestras vistas, como si hubiese sido borrado, pues la estabilidad, la esencia que parece pertenecer a nuestro mundo perceptible, es sólo la fuerza de alineamiento.
Ciertas emanaciones son rutinariamente alineadas debido a la fijación del punto de encaje en una posición específica, y nuestro mundo es sólo eso. La única fuerza que puede cancelar temporalmente el alineamiento es el alineamiento. Tendrás que cancelar el alineamiento que te mantiene percibiendo el mundo de las cosas diarias. Intentando una nueva posición para tu punto de encaje e intentando mantenerlo fijo allí el tiempo suficiente, vas a aglomerar otro mundo y te escaparás de este.
Los antiguos videntes todavía están desafiando la muerte hasta hoy, haciendo exactamente eso, intentando que sus puntos de encajes permanezcan fijos en posiciones que los colocan en cualquiera de los siete mundos.
Aglomerar otros mundos no es sólo una cuestión de práctica, sino una cuestión de intención. Y no se trata meramente de un ejercicio de saltar hacia afuera de esos mundos como si fueras jalado por un elástico. Un vidente debe ser osado. Después que rompes la barrera de la percepción no necesitas volver al mismo lugar en el mundo. ¿Entiendes lo que quiero decir?
La integridad del mundo no es un espejismo, el espejismo es la fijación del punto de encaje en cualquier posición. Cuando los videntes mueven sus puntos de encaje, no se enfrentan con una ilusión, se enfrentan con otro mundo. Ese nuevo mundo es tan real como lo que estamos mirando ahora, pero la nueva fijación de sus puntos de encaje, que produce ese nuevo mundo, es tan espejismo como la antigua fijación.
Si tú, por ejemplo, ahora te encuentras en un estado de consciencia intensificada, todo lo que eres capaz de hacer en este estado no es una ilusión, es tan real como el mundo que vas a encarar mañana en tu vida diaria. Sin embargo, mañana, el mundo que estás viendo ahora mañana no va a existir. Él sólo existe cuando tu punto de encaje se mueve hasta la posición donde estás ahora.
La percepción acechadora
De entre todas las cosas maravillosas que los brujos antiguos aprendieron explorando esas miles de posiciones, solamente el arte de ensoñar y el arte del acecho permanecen hasta hoy. El arte de ensoñar tiene que ver con el movimiento del punto de encaje, el acecho es un arte que lidia con la fijación del punto de encaje en cualquier posición para lo que fue movido.
Mi intención es explicar que la posición del punto de encaje es como un cofre donde los brujos mantienen sus registros. El cuerpo energético sabe una enorme cantidad de cosas.
Los brujos son capaces de dejar en la posición del punto de encaje cuidadosos registros sobre sus descubrimientos. Cuando se trata de captar la esencia de un registro escrito, necesitamos usar nuestro sentido de participación simpática o imaginativa para ir más allá de la mera página escrita y llegar a la propia experiencia. Pero en el mundo de los brujos, como no existen páginas escritas, son dejados registros, que pueden ser revividos, en vez de leídos, en la posición del punto de encaje.
Las enseñanzas de los brujos sobre la segunda atención son dados cuando el punto de encaje del aprendiz está en un lugar que no es normal. Así, el posicionamiento del punto de encaje se vuelve el registro de la lección. Para recuperar la lección el aprendiz necesita volver el punto de encaje a la posición que él ocupaba cuando la lección fue dada.
Es un hecho de gran magnitud traer el punto de encaje de vuelta a todas las posiciones que él ocupó durante las lecciones. Fijar el punto de encaje en cualquier nueva posición para la cual fue movido significa adquirir cohesión. Ensoñar hace eso forzando a los ensoñadores a fijar el punto de encaje.
La atención de ensueño, el cuerpo energético, la segunda atención, la relación con los seres inorgánicos, el emisario del ensueño, son sólo consecuencias del proceso de adquirir cohesión, en otras palabras, son todos resultados de fijar el punto de encaje en varias posiciones del ensueño, cualquier nueva posición para donde el punto de encaje se haya movido durante el sueño.
Nosotros fijamos el punto de encaje en una posición de ensueño sustentando la visión de cualquier objeto, cosa o persona en los sueños, o cambiando los sueños por medio de la voluntad. A través de sus ejercicios de ensueño tú en verdad estás ejercitando tu capacidad de mantener una nueva forma energética, sustentando, o sea, manteniendo fijo el punto de encaje en la posición de cualquier sueño específico que estés teniendo.
Los movimientos del punto de encaje producen mudanzas minúsculas que son prácticamente imperceptibles. El desafío de los movimientos es que ellos son tan pequeños y tan numerosos que mantener la cohesión en todos ellos es un triunfo.
El mundo del ensueño existe en la posición precisa en que el punto de encaje se encuentra en un momento dado. Para percibirlo necesitas de cohesión, o sea, necesitas mantener tu punto de encaje fijo en esa posición.
Pero otras personas percibirán ese mismo mundo de ensueño si tienen uniformidad y cohesión. Uniformidad es mantener en sintonía la misma posición del punto de encaje. Los brujos antiguos llamaban percepción acechadora al acto de adquirir uniformidad y cohesión fuera del mundo normal.
El arte de acechar, como ya dije, tiene que ver con la fijación del punto de encaje. A través de la práctica los antiguos brujos descubrieron que más importante que mover el punto de encaje es hacer que él se quede en la nueva posición, donde quiera que sea.