-Ave, Caesar, morituri…
-¡Córtala, mi amigo! Cincuenta años después del seminario, ¿insistes en hablar latín? Ese latín inútil…
-Data venia, me ha ayudado mucho…
-¡Nada de eso! Sólo les interesa a los padres, abogados et caterva…
-¡Olvídate de eso, Cesar! ¿Cuáles son las novedades? ¿Nihil novi?
-Dicen que la presidenta va a gobernar manu militari…
-¿Lato sensu?
-¡No! ¡Va a hacer a ese pueblo descarado a cumplir las leyes in totum!
-Si es ley, ¡cúmplase! ¡Dura lex sed lex!
-El gobierno debería preocuparse con otras cosas: verbi gratia, la cuestión de la renta per capita…
-Hablando de renta, ¿cómo va tu pro labore?
-Va a cero. ¡Desde que me nombraron secretario ad hoc, parece que trabajo ad honorem!
-¡Qué pena! ¿Y tu hermano, Goncinha?
-¡Inter pocula! Va a terminar con delirium-tremens… El otro día lo arrestaron por una pelea…
-¿Y no consiguió habeas-corpus?
-Fue multado, pero obtuvo sursis. Pero continúa bebiendo. ¡Ese sólo para in articulo mortis!
-Pues yo no quiero nada con el alcohol…
-¡Y yo idem!
-¿Y qué es lo que piensas del nuevo Congreso?
-Igual al viejo: ¡sólo legisla pro domo sua!
-¡Proh pudor!
-Cambiando de tema, ¿qué paquete es ese que tienes ahí?
-Nada importante, una agenda y un vade-mécum…
-¡Libros! ¡Estoy escapando de ellos!
-Pues yo acabo de ampliar mi biblioteca. Hasta encomendé un ex-libris en la Gráfica Lumen Christi…
-¡Qué lujo! Después mándame un fac-símile.
-Y tu esposa, ¿cómo está?
-Esa mujer es una santa…
-¿Santa? ¿Ipsis verbis?
-Ipsis litteris: vive rezando y volando…
-Bueno… para aguantar al marido, sólo con mucha oración…
-Mutatis mutandis, el marido también necesita rezar.
-¡Ipso facto!
-Dolor de espalda, jaqueca, suegra, caída de cabello…
-Et coetera…
-¡Principalmente el etc.!
-¡Cómo sufren las esposas!
-¿Sabes a la hora del casamiento? ¿Piensas que ese juramento es sólo pro forma?
-…
-¿Y que después de casado puedes vivir ad libitum?
-…
-¡El matrimonio es complejo!
-¡Vade retro!
-Muy bien, Cesar, vamos yendo. Luego, pero hay Mineirão… ¿Vas a ver al Atlético?
-Pretendo ir, ad referéndum de la patrona…
-Espero encontrarte in situ.
-En el portón de siempre. ¡Si no aparezco es que me quedé detenido intra muros!
-¿Y qué tal un álibi? Puedo telefonear, llamándote para algún velorio…
-No va a resultar: la Abignalda adora velorios. Mientras tanto, queda todo sub judice…
-¿Y el latín? ¿Vejestorio inútil?
– In saecula saeculorum…
– ¡Amén!