La sensación de que los seres humanos tienen que estar absolutamente aburridos con sus vidas es debido a la predominancia del cuerpo derecho. En un sentido universal, la única cosa dejada para que hagan los seres humanos es encontrar maneras de librarse del tedio. Lo que ellos terminan haciendo es encontrar maneras de matar el tiempo, paradójicamente, la única mercadería que nadie tiene lo suficiente. Pero lo peor es la reacción a esa distribución desequilibrada. Parece que de tiempo en tiempo la impotencia crea corrientes furiosas de energía dentro del cuerpo humano que explotan en un comportamiento violento. Para los seres humanos, la violencia parece ser una manera de rebelarse contra el tedio.
La percepción es la única avenida que los seres humanos tienen para la evolución. Alguna cosa extrínseca a nosotros, algo que tiene que ver con la condición predadora del universo, interrumpió nuestra posibilidad de evolucionar apoderándose de nuestra percepción. Los seres humanos son víctimas de una fuerza predadora que, por su propia conveniencia, les impuso la pasividad, la inercia y la indolencia, que son características de la energía del cuerpo derecho.
Nuestra posibilidad de evolución es como un viaje que nuestra percepción hace a través de algo que los antiguos brujos llamaban Mar Oscuro de la Consciencia, o Emanaciones del Águila: algo que ellos consideraban una verdadera característica del universo, una energía inconmensurable que penetra el universo como nubes de materia o luz.
La predominancia del cuerpo derecho en esa fusión desequilibrada de los dos cuerpos, marca la interrupción de nuestro viaje de percepción. Lo que para el hombre medio parece ser la dominación natural de un lado sobre el otro es para los brujos una aberración que se debe corregir.
Los brujos creen que para establecer una división armónica entre los cuerpos izquierdo y derecho, el practicante debe intensificar su consciencia. Sin embargo, cualquier intensificación de la percepción humana necesita ser reforzada por la disciplina más exigente. De otro modo, esa intensificación, dolorosamente alcanzada, se transformará en obsesión, resultando en cualquier cosa destructiva, como una psicosis, que puede ocasionar un daño irreparable en nuestra burbuja energética.
Los Centros de Vitalidad del Cuerpo Energético
Según te dije, los centros de vitalidad están localizados en seis áreas del cuerpo. El primero, se encuentra en el área del hígado y de la vesícula biliar, en el borde derecho del abdomen; el segundo, en el área del páncreas y del bazo, en el borde izquierdo; el tercero, en el área de los riñones y de las glándulas suprarrenales, en la espalda, atrás del los otros dos centros ya descritos; y el cuarto, en el punto cóncavo en la base delantera del cuello, que es el centro para decisiones, el punto “V”. El quinto, alrededor del útero, y el sexto en lo alto de la cabeza.
El quinto centro, pertinente sólo a las mujeres, tiene un tipo especial de energía que le da a los brujos la impresión de liquidez. Es una característica que solamente algunas mujeres tienen. Parece servir como un filtro natural que cuela las influencias superfluas.
El sexto centro, localizado en lo alto de la cabeza, es algo más que una anormalidad… no posee un vórtice circular de energía como los otros, sino un movimiento de un lado para el otro, como un péndulo, que de cierto modo, recuerda la pulsación de un corazón.
El centro para Decisiones
El cuarto centro de la vitalidad tiene un tipo especial de energía que aparece al ojo del vidente como poseedor de una extraordinaria transparencia, algo que podría ser descrito como semejante al agua: energía tan fluida que parece líquida. La apariencia líquida de esa energía especial es la marca de una cualidad del propio centro para decisiones parecida a un filtro que cuela cualquier energía que llega hasta él y extrae de ella sólo su aspecto que es parecido a un líquido. Esa cualidad de liquidez es una característica uniforme y consistente de ese centro. Los brujos también lo llaman centro acuoso.
La rotación de la energía en el centro para decisiones es la más débil de todas ellas. Es por esa razón que el hombre raramente decide alguna cosa. Los brujos ven que, después de practicar algunos determinados pases mágicos, ese centro se torna activo y ellos pueden, con seguridad, tomar decisiones que satisfagan sus corazones, mientras que antes ni siquiera lograban dar un primer paso.