¡Buenos tiempos!

Publicado por Antonio Carlos Santini 29 de febrero de 2012

–        ¡Salve, Canuto! ¡Cuánto tiempo!

–        ¡Es verdad! ¡Más de treinta años!

–        Mucho más! Conceição do Rio Verde, 1958… ¡Son casi sesenta años!

–        Cómo pasa el tiempo…

–        ¡Buenos tiempos!

–        ¿Te acuerdas del japonés? ¿Por dónde andará?

–        Claro que me acuerdo… Pero el japonés ya vive en la ciudad de los pies juntos…

–        ¿Murió?

–        Atropellado en Brasília.

–        ¡Buenos tiempos!

–        ¿Te acuerdas del padre Carlos?

–        ¡Claro! ¡Un hombre santo! Pero ya estiró la pata… Fue el corazón…

–        Nunca me olvido de un cero bien redondo que le dio a Sinfronio, que estaba copiando en la prueba…

–        El Sinfroninho ya se mudó al otro barrio. Enfermedad de Chagas.

–        ¡Buenos tiempos!

–        ¡Buenos tiempos!

–        ¿Y el Zé Veras? ¿Lo has visto?

–        El último día de los muertos estuve cerquita de él.

–        ¿En la Asamblea?

–        No. Él compró un lote en el cementerio. Infección hospitalaria.

–        ¿Pero él no tenía un hermano médico? ¿El Gumercindo?

–        Tenía. Pero también ya se fue. Bebía demasiado y ahora está alimentando gusanos…

–        ¡Buenos tiempos!

–        ¡Buenos tiempos!

–        ¿Te acuerdas de el señor Januário, el inspector de disciplina?

–        ¿Con ese delantal apretando los huevos? Claro que me acuerdo. También ya se puso el piyama de madera. Un viento por la espalda…

–        Una vez agarró al Teixerinha en el pomar robando jabuticabas… ¡Corrió un kilómetro y medio atrás del pobre y fue agarrarlo en la playita del Río Verde!

–        El Teixeirinha también ya se fue al patio de los callados… Insolación.

–        ¡Buenos tiempos!

–        ¡Buenos tiempos!

–        ¿Te acuerdas del viejo Otoniel, que tenía una carroza que arrendaba? ¿El que vivía como el perro y el gato con el padre Lino?

–        ¡Pobre Otoniel!

–        ¿Por qué?

–        Descansó

–        Pero descansar es bueno…

–        Bien, él cerró la chaqueta…

–        ¡Ah! Ahí es diferente…

–        ¡Buenos tiempos aquellos!

–        ¡Buenos tiempos!

–        La semana pasada me encontré con el Chico Maravilla frente al Cine Brasil…

–        También ya golpeó las botas. Ayer fue la misa del séptimo día…

–        ¿De qué murió?

–        Neumonía.

–        ¿Neumonía simple o doble?

–        Simple.

–        Menos mal.

–        Menos mal…

–        ¡Buenos tiempos aquellos!

–        ¡Buenos tiempos!

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