La explicación de los brujos para elegir un tema para ensoñar es que el guerrero elige el tema fijando a propósito una imagen en la mente, mientras él apaga su diálogo interno. En otras palabras, si él es capaz de no conversar consigo mismo por un momento y después mantener la imagen o el pensamiento de lo que él desea al soñar, aunque sea sólo por un instante, entonces el tema deseado le vendrá. Estoy seguro de que tú ya haces eso, aunque no tengas consciencia de ese hecho.
Voy a enseñarte el primer paso para el Poder. Voy a enseñarte cómo preparar el Ensueño. Significa tener un comando práctico y preciso sobre la situación general de un sueño. Por ejemplo, puedes soñar que estás en un salón de clases. Preparar el Ensueño significa que tú no dejas el sueño transformarse en otro. Tú no saltas del salón de clases para las montañas, por ejemplo. En otras palabras, controlas la visión de la sala de clases, y no dejas que ella desaparezca mientras tú lo quieras.
Ese control no es diferente del control que tenemos sobre cualquier situación en nuestras vidas cotidianas. Los brujos están acostumbrados con él y lo logran siempre que desean o necesitan. Para acostumbrarte con él debes comenzar a hacer una cosa bastante simple. Esta noche, en tus sueños, deberás mirarte las manos.
O para cualquier otra cosa. El objetivo del ejercicio no es descubrir una cosa específica, sino emplear la atención de ensueño. Pedir que un ensoñador encuentre determinada cosa en sus sueños es un subterfugio. La verdadera cuestión es hacerse consciente de que está cayendo en el sueño. Y por más extraño que pueda parecer, eso no acontece ordenándose a quedar consciente de estar entrando en el sueño, sino manteniendo la visión de la cosa que se está buscando en el sueño.
Los soñadores miran rápida y deliberadamente todo lo que está en el sueño. Si concentran su atención en algo específico, es sólo como un punto de partida. A partir de allí, los ensoñadores pasan a mirar otras cosas del contenido del sueño, volviendo al punto de partida cuantas veces sea posible.
La Atención de Ensueño es el control que adquirimos sobre nuestros sueños después de fijar el punto de encaje en cualquier posición nueva para el cual él se haya movido durante los sueños. En términos más generales, la Atención de Ensueño es una faceta incomprensible de la consciencia, que existe por sí, esperando el momento de atraerla, un momento en que le daremos un objetivo, una facultad oculta que todos nosotros tenemos en reserva, pero que nunca tenemos la oportunidad de usar.
Ponte tan serio como quieras al hablar sobre el Ensueño. Las explicaciones siempre piden reflexiones profundas. Pero cuando estés ensoñando, sé tan leve como una pluma. Ensoñar tiene que llevarse a cabo con integridad y cordura, pero en el medio de risas y con la confianza de quien no tiene ninguna preocupación. Solamente en esas condiciones nuestros sueños pueden transformarse en Ensoñar.
Soñar tiene que ser una cosa muy sobria. No es posible darse el lujo de cualquier movimiento en falso. Soñar es un proceso de despertar, de obtener control. Nuestra Atención de Ensueño debe ser sistemáticamente ejercitada porque ella es la puerta para la Segunda Atención.
La Segunda Atención es como un océano, y la Atención de Ensueño es como un río que desagua en él. La Segunda Atención es estar consciente de mundos enteros, tan totales como el nuestro, mientras que la Atención de Ensueño es estar consciente de las cosas de nuestros sueños.
La segunda atención está disponible para todos, pero el hecho de agarrarnos a nuestra débil racionalidad -algunos con más fuerza que otros- mantienen la Segunda Atención fuera de alcance. La idea es que el Ensoñar derriba los muros que rodean y aíslan la Segunda Atención.
La Atención de Ensueño es la llave para cada movimiento en el mundo de los brujos. Entre la inmensidad de cosas de nuestros sueños existen interferencias reales, cosas que fueron puestas en nuestros sueños por una fuerza extraña. Poder encontrarlas y seguirlas es brujería.