Un aliado en el camino del conocimiento

Publicado por Editor 20 de septiembre de 2012

 

Un aliado es un poder que un hombre puede introducir en su vida para ayudarlo, aconsejarlo y darle la fuerza necesaria para realizar sus actos, grandes o pequeños, correctos o equivocados. Este aliado es necesario para realzar la vida de un hombre, orientar sus acciones y aumentar sus conocimientos.

Un aliado te hará ver y comprender cosas al respecto de las cuales ningún ser humano podría esclarecerte.

Un aliado es un poder capaz de transportar al hombre más allá de los límites de él mismo. Es así que un aliado puede revelar asuntos que ningún ser humano podría revelar. Un aliado saca a la persona de ella misma para darle poder. Los aliados no son ni buenos ni malos, sino que son utilizados por los brujos para cualquier fin que ellos quieran.

Las personas reales parecen huevos luminosos cuando las ves. Las no personas siempre parecen personas. Es eso lo que quiero decir cuando digo que no podemos ver a un aliado. Los aliados asumen formas diferentes. Parecen coyotes, pájaros, hasta amaranto, o cualquier otra cosa. La única diferencia es que cuando los ves, ellos continúan pareciendo exactamente lo que fingen ser. Todo tiene su forma de ser cuando ves. Así como los hombres parecen huevos, otras cosas parecen otras cosas, pero los aliados sólo pueden ser vistos en la forma que aparentan. Esa forma sirve para engañar a la vista, o sea, nuestra vista.

Todo lo que los aliados hacen tiene un significado. De sus actos, a veces, un brujo puede extraer su poder. Aunque un brujo no tenga un aliado propio, si sabe ver, puede manejar el poder observando los actos de los aliados.

En compañía de los hombres, se comportan como hombres. En la compañía de animales, se comportan como animales. Los animales generalmente les tienen miedo, pero si están habituados a ver los aliados, no los importunan. Nosotros mismos hacemos una cosa semejante. Tenemos cientos de aliados entre nosotros, pero no los importunamos. Como nuestros ojos sólo pueden mirar las cosas, no reparamos en ellos.

Los aliados sólo toman la apariencia exterior de lo que está cerca y entonces pensamos que ellos son lo que no son. No es su culpa que le hayamos enseñado a nuestros ojos solamente a mirar las cosas. Un aliado es una fuerza, una tensión. El único medio de saber lo que es un aliado es experimentándolo.

Felizmente no es la razón lo que junta el aliado. Es el cuerpo. Tú ya percibiste al aliado en muchos grados y en muchas ocasiones. Cada una de esas percepciones estaba almacenada en su cuerpo. La suma de esas partes es el aliado. No conozco otra forma de describirlo.

Nuestra razón es mezquina y siempre está divergiendo de nuestro cuerpo. Eso, claro, es sólo una manera de decir, pero el triunfo de un hombre de conocimiento es haber unido los dos, cuerpo y razón. Como tú todavía no eres un hombre de conocimiento, tu cuerpo ahora hace cosas que tu razón no comprende. El aliado es una de esas cosas.

El aliado está esperándote, es verdad, pero no solamente en el borde de una llanura. Está aquí o allí, o en cualquier otro lugar. El aliado está esperándote, así como la muerte te espera, en todas partes o en ningún lugar.

El aliado está esperándote por el mismo motivo que la muerte te espera. Porque naciste. No hay posibilidad de explicar ahora lo que eso significa. Primero, tienes que experimentar al aliado. Tienes que percibirlo en toda su fuerza, y ahí la explicación de los brujos podrá esclarecerte.

La manera de entender a un aliado es una cosa personal. Los antiguos videntes quedaron encantados por la devoción de sus aliados. Las historias dicen que los antiguos videntes podían hacer que sus aliados atendiesen a todo lo que deseaban. Esa fue una de las razones para creer en su propia invulnerabilidad. Fueron engañados por su vanidad. Los aliados tienen poder solamente si el vidente que los ve es un modelo de impecabilidad, y ese no era el caso de esos antiguos videntes.

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