Miscelánea
La verdadera felicidad es aprovechar el presente, sin ansiar por el futuro, sin dejarnos eludir ni amedrentar, contentarnos con lo suficiente, sin desear lo que no necesitamos.
Las grandes bendiciones de la humanidad están dentro de nosotros y a nuestro alcance. Un hombre sabio está contento con su suerte, cualquiera que ella sea, sin desear aquello que no necesitamos.
Comienza inmediatamente a vivir y contar cada día como una vida diferente.
El sol también brilla sobre los impíos.
El suelo, por más rico que sea, no produce sin cultivo, también la mente sin cultivo no prolifera.
¿La cosecha fue mala? ¡Siembra nuevamente!
Tenga en mente que cometes un crimen incluso por herir a una persona malvada.
Aquél que se beneficia de un crimen, lo comete.
Es un camino accidentado el que lleva a las alturas de la grandeza.
La vida es como un teatro, lo que importa no es la duración de la obra, sino la excelencia de la actuación.
Todo nuevo comienzo viene del fin de algún otro comienzo.
Un hombre es tan miserable como él piensa que es.
Hay sólo una bendición, la fuente y la piedra angular de la bienaventuranza: la confianza en sí mismo.
Si deseas ser amado, ama.
Suerte es lo que acontece cuando la preparación encuentra la oportunidad.
Donde hay un ser humano hay oportunidad para la generosidad.
Mientras nos enseñamos, aprendemos.
A qué mala y penosa servidumbre nos sometemos cuando nos entregamos al poder alternado de los placeres y los dolores, estos dos maestros, tan caprichosos como tiránicos.
Los deseos de la vida forman una cadena cuyos eslabones son las esperanzas.
Ningún mal existe sin compensación. Cuanto menos dinero, menos problemas, cuanto menos facilidad, menos envidia. Aun en las situaciones más desfavorables, no es la pérdida, sino la expectativa de la pérdida lo que nos perturba.
Cuando el miedo llega, la felicidad se va.
Una vida feliz es aquella que está de acuerdo con su propia naturaleza.
¡Él es un rey que no teme nada, él es un rey que no desea nada más!
Es más aconsejable para un hombre reírse de la vida que lamentarse de ella.
El éxito encubre los crímenes maś odiosos.
Quien hace el bien al otro hace el bien a sí mismo.
La miseria puede sacar riquezas pero no el coraje.