Carlos Castaneda – frases de Don Juan Matus – Sobre el Poder
El Poder es el más fuerte de todos los enemigos y, naturalmente, la cosa más fácil es ceder. A fin de cuentas, el hombre es realmente invencible. Él comanda. Comienza corriendo riesgos calculados y termina estableciendo reglas, ¡porque es un Señor!
Un hombre en esta etapa casi no nota a su tercer enemigo aproximándose. Y, de repente, sin saber, ciertamente habrá perdido la batalla. Su enemigo lo habrá transformado en un hombre cruel y caprichoso.
Él nunca perderá su claridad ni su poder, sin embargo, un hombre que es derrotado por su poder, realmente muere sin saber manejarlo. El poder es sólo una carga en su destino. Un hombre de estos no tiene dominio sobre sí y no sabe cuándo o cómo usar su poder.
Si el hombre estuviera sólo temporalmente ciego por el Poder y después lo recusa, significa que la batalla continúa. Esto significa que él aún está intentando ser un hombre de conocimiento. El individuo es derrotado cuando no intenta más y se abandona.
Para vencer al poder, el hombre tiene que desafiarlo a propósito. Hay que entender que el Poder que parece haber adquirido, en verdad, nunca es suyo. Debe controlarse en todas las ocasiones, tratando con cuidado y lealtad todo lo que aprendió. Si consigue ver que su Claridad y el Poder, sin control sobre sí, son peores que los errores, él llegará a un punto en que está todo controlado. Entonces sabrá cuándo y cómo usar su poder. Así habrá derrotado a su tercer enemigo.
El hombre estará entonces en el fin de su jornada del saber, y casi sin percibir encontrará a su último enemigo: … ¡la Vejez! Este enemigo es el más cruel de todos, el único que no conseguirá derrotar completamente, ¡sino sólo alejar!
Es el momento en que el hombre no tiene más recelos, no tiene más impaciencias de claridad de espíritu, un momento en que todo su poder está controlado, pero también el momento en que él siente un deseo irresistible de descansar. Si él cede completamente ante su deseo, se acuesta y olvida, si él se hunde en la fatiga, habrá perdido el último round, y su enemigo lo reducirá a una criatura vieja y débil. Su deseo de retirarse dominará toda su claridad, su poder y sabiduría.
Pero si el hombre se sacude su fatiga, y vive su destino completamente, entonces podrá ser llamado hombre de conocimiento.