La premisa de los brujos es que para introducir algo, se necesita espacio para colocarlo. Si estás lleno hasta el borde con cosas de la vida cotidiana no hay espacio para nada nuevo. Ese espacio necesita ser construido. ¿Percibes lo que quiero decir? Los brujos de los tiempos antiguos creían que la recapitulación de su vida abría ese espacio. Ella hacía eso y mucho más, claro.
La recapitulación libera la energía aprisionada dentro de nosotros, y sin esa energía liberada, el ensueño no es posible.
Recapitular y ensoñar andan lado a lado. A medida que regurgitamos nuestras vidas, nos hacemos más y más leves. La recapitulación consiste en revivir la totalidad de las experiencias de la vida, acordándose de cada detalle posible. La recapitulación es un factor esencial en la redefinición y reestructuración de la energía del ensoñador.
La recapitulación de nuestra vida nunca termina, no importa que hayamos recapitulado correctamente. El motivo de las personas comunes no tener voluntad propia en los sueños es que nunca recapitularon, y sus vidas quedan llenas hasta el borde de emociones como recuerdos, esperanzas, miedos, etc.
Los brujos, por otro lado, son relativamente libres de emociones pesadas y opresivas, debido a la recapitulación. Y si alguna cosa hace que ellos se queden bloqueados, la suposición es que todavía existe alguna cosa en ellos que no está suficientemente clara.
Acordarse no es lo mismo que recordar. Recordar es una cuestión del pensamiento cotidiano, mientras que acordarse, en cambio, depende del movimiento del punto de encaje. Una recapitulación de sus vidas, que los brujos hacen, es la llave para mover sus puntos de encaje. Los brujos comienzan su recapitulación pensando, recordando los actos más importantes de sus vidas. Apenas piensan al respecto, se mueven para estar realmente en el lugar del evento. Cuando logran hacer eso, fue porque movieron con éxito su punto de encaje al lugar preciso donde estaba cuando el ocurrió el evento. Revivir totalmente un acontecimiento pasado por medio del movimiento del punto de encaje es lo que los brujos llaman acordarse.
Nuestros puntos de encaje están moviéndose constantemente, con movimientos imperceptibles. Los brujos creen que para hacer que sus puntos de encaje se muevan a puntos precisos, debemos empeñarnos por el intento. Pero como no hay manera de saber qué es el intento, los brujos dejan que sus ojos lo llamen.
Necesitas recordar la primera vez que tus ojos brillaron, porque esa fue la primera vez que tu punto de encaje alcanzó el lugar de la no piedad. La implacabilidad te poseyó entonces. Ella hace que los ojos de los brujos brillen, y este brillo invita al intento. Cada punto para el cual los puntos de encaje se mueven es indicado por un brillo específico de los ojos.
Como tus ojos tienen su propia memoria, pueden convocar el recuerdo de cualquier lugar, convocando el brillo específico asociado a aquel punto. La razón por la que los brujos colocan tanto énfasis en el brillo de sus ojos y en su mirada es porque los ojos son directamente ligados al intento.
Puede parecer contradictorio, pero la verdad es que los ojos son conectados sólo superficialmente al mundo de la vida cotidiana. Su conexión más profunda es con lo abstracto. Las posibilidades del hombre son tan vastas y misteriosas que los brujos, antes de pensar al respecto, decidieron explorarlas, sin ninguna esperanza de comprenderlas algún día.
Las únicas ventajas que los brujos pueden tener sobre los hombres comunes es que almacenaron su energía, lo que significa una conexión más precisa, más clara con el intento. Eso significa también que pueden acordarse por medio de su voluntad, usando el brillo de sus ojos para mover el punto de encaje.