Voy a revelarte uno de los secretos más extraordinarios de la brujería. Voy a describirte un descubrimiento que le llevó miles de años a los brujos verificar y consolidar.
La mente de los voladores huye para siempre cuando un brujo logra agarrarse a la fuerza vibratoria que nos mantiene cohesivos como un conglomerado de campos de energía. Si un brujo mantiene esa presión por un tiempo suficiente, la mente de los voladores huye, derrotada. Y es exactamente eso lo que vas a hacer: agarrarte a la energía que te mantiene cohesivo.
No te preocupes con tu miedo o temor. Quédate tranquilo, ese no es tu miedo. Es el miedo de los voladores, porque saben que vas a hacer exactamente lo que te estoy diciendo. Estoy seguro de que ataques como esos pasan rápidamente. La mente de los voladores no tiene la menor concentración.
Puedes estar siendo dilacerado por una lucha interna. Bien en el fondo de ti, sabes que eres incapaz de recusar el acuerdo en que una parte tuya indispensable, tu capa brillante de consciencia, va a servir como fuente nutritiva incomprensible para, naturalmente, entidades incomprensibles. Y otra parte tuya irá en contra de esa situación con toda su fuerza.
La revolución de los brujos es que ellos se niegan a honrar los acuerdos de los cuales no participaron. Nadie nunca me preguntó si yo consentiría en ser devorado por seres con un tipo de consciencia diferente. Mis padres simplemente me trajeron a este mundo para ser alimento, como ellos mismos, y ese es el fin de la historia.
Los voladores son una parte esencial del universo y deben ser tomados por lo que realmente son: asombrosos, monstruosos. Son los medios por los cuales el universo nos prueba.
Somos sondas energéticas creadas por el universo y es porque somos poseedores de una energía que posee consciencia que somos los medios por el cual el universo se torna consciente de sí mismo. Los voladores son los desafiantes implacables. No pueden ser tomados como otra cosa. Si somos exitosos en eso, el universo nos permitirá continuar.
Un Ejercicio de Disciplina y las Maniobras de la Brujería
No tiene ninguna diferencia si lees mucho o cuántos libros maravillosos puedes leer. Lo importante es que tengas disciplina para leer lo que no quieres leer. El punto crucial del ejercicio de los brujos de ir a la escuela está en lo que rechazas, no en lo que aceptas.
La tarea de los brujos es enfrentar el infinito y sumergirse diariamente en él, tal como un pescador se sumerge en el mar. Es una tarea tan dominante que un brujo tiene que pronunciar su propio nombre antes de entrar en él. Así afirma su individualidad ante el infinito.
Lo que hace a los seres humanos convertirse en brujos es la capacidad que ellos tienen de percibir la energía tal como ella fluye en el universo. Cuando los brujos perciben a un ser humano de esta manera, ven una bola luminosa, o una figura luminosa en forma de huevo. Los seres humanos no sólo son capaces de ver la energía directamente como ella fluye en el universo, sino que realmente la ven, aunque no estén deliberadamente conscientes de verla.
La cuestión de mayor importancia no es saber que siempre percibiste la energía directamente, o tu viaje a partir del silencio interior, sino más precisamente, es una cuestión doble.
Primero, experimentaste algo que los antiguos brujos llamaban visión clara, o perdiendo la forma humana: la ocasión en que la mezquindad humana desaparece, como si hubiese sido un pedazo de neblina surgiendo sobre nosotros, una neblina que lentamente se aclara y se disipa. Pero bajo ninguna circunstancia debes creer que ese es un hecho consumado. El mundo de los brujos no es un mundo inmutable, como el mundo de la vida cotidiana, donde ellos te dicen que una vez que alcances una meta, permanecerás vencedor para siempre. En el mundo de los brujos, llegar a ciertas metas significa que simplemente adquiriste las herramientas más eficientes para continuar tu lucha, que, dicho sea de paso, nunca cesará.
La segunda parte de ese asunto doble es que puedes experimentar la cuestión más enloquecedora para el corazón de los seres humanos. Tú mismo la expresarás cuando te preguntes: ¿Cómo, en el mundo, eso puede ser posible sin que yo supiese que durante toda mi vida yo había percibido la energía directamente? ¿Qué me impedía tener acceso a esa faceta de mi ser?
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